el sol se hizo mi cómplice
Este verano el sol se hizo mi cómplice.
Admiro cómo baila con el viento
invitando a bailar a esa cortina azul que colocamos para refugiarnos del sol,
pero mis manos juegan con la azulada cortina para encontrar al sol de nuevo
y así, encender los lunares café de tu espalda.
Qué manía la mía de querer deslizar mis labios
y sentir el despertar de tu piel hasta tu nuca.
El sol es cómplice de nuestro baile lento
y también mi aliado para hundirme de calor en tus ojos,
Acariciame con tu aliento sabor a vino
Acariciame para volver a empezar
y que el sol no se vaya.
Ojalá el sol aún sea mi cómplice.